Pan Casero
Pan Casero: Un Regalo para Compartir
Hacer pan en casa es más que preparar algo rico; es un momento especial que nos conecta con lo simple y lo esencial.
No necesitas ser un chef experto, solo ganas de disfrutar el proceso y llenar tu hogar con el aroma irresistible del pan recién horneado.
Cuando haces tu propio pan, tú decides qué ingredientes usar.
Es una manera de asegurarte de que lo que compartes con tu familia es natural, saludable y, sobre todo, hecho con cariño.
Además, ¡es mucho más fácil de lo que parece!
Esta receta sencilla es perfecta para cualquier ocasión: desde un desayuno en familia hasta una merienda con amigos.
Cada bocado estará lleno de amor y cuidado, porque nada se compara con lo que haces con tus propias manos.
¿Qué necesitas?
1 kg de harina de trigo
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite
1/2 cucharadita de azúcar
10 g de levadura seca (1 sobre)
500 ml de agua tibia (aproximadamente)
Cómo preparar tu pan casero
1. Activa la levadura
En un vaso, mezcla la levadura con el azúcar y un poco de agua tibia.
Déjala reposar unos minutos hasta que veas que empieza a hacer burbujitas.
2. Mezcla los ingredientes
Pon la harina en un bol grande y haz un huequito en el centro.
Agrega la levadura activada, el aceite, y luego la sal (pero no la pongas directamente sobre la levadura).
3. Manos a la masa
Mezcla todo con las manos mientras añades el agua poco a poco.
Una vez que tengas una masa, pásala a una superficie con un poco de harina y amásala por unos 15 minutos.
Sí, cansa un poquito, pero es casi como una terapia,
¡y vale la pena!
4. Dale forma al pan
Decide si quieres hacer una hogaza redonda, un pan alargado o incluso pancitos.
Pon tu masa en una bandeja con un poquito de aceite y harina para que no se pegue.
5. Déjalo reposar
Cubre la masa con un paño limpio y déjala descansar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño.
6. Hora del horno
Precalienta tu horno a 220°C.
Antes de meter el pan, hazle unos cortes bonitos arriba con un cuchillo para que se vea más rústico.
Hornéalo unos 25-30 minutos, hasta que esté doradito.
¡A disfrutar!
Saca tu pan del horno, déjalo enfriar un poco (si puedes resistirte), y prepárate para disfrutarlo.
Nada se compara con el orgullo de decir:
“¡Yo hice este pan!”.
Y lo mejor de todo, puedes personalizar esta receta añadiendo semillas, hierbas o lo que más te guste.
Hacer pan en casa es un pequeño acto de amor, una manera de cuidar de los tuyos y de reconectar con las cosas simples de la vida.
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¡Gracias por acompañarme en este viaje a lo casero y natural!
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